Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña. Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.Los cazadores no comprendieron la señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió:
Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.
Después de leer la fábula estuvimos hablando sobre la falsedad, las personas que actúan de una forma distinta a lo que piensan y de la importancia de ser sinceros y auténticos, así como del cuidado que habíamos de tener con este tipo de personas a veces tan difíciles de reconocer. Cada uno fue poniendo ejemplos de situaciones de ese tipo y analizamos la respuesta de la zorra.
Algunos de los trabajos.
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