Había una vez un águila que hablaba mucho, mucho, mucho. Al día siguiente como todas las mañanas iba a un árbol que le encantaba. Siempre iba allí porque era muy especial para él. Allí iban siempre sus padres, pero ya no tenía familia, sus padres murieron hacía 4 años. Ella tiene 5 años, todavía es una cría. A la mañana siguiente fue a ese árbol y pasó por allí una chica llamada Ana que iba dando un paseo. De repente el águila bajó del árbol y le dijo:- ¡ hola ¡ y la niña se asustó, luego el águila le dijo que no se asustara que tenía 5 años y no tenía familia, la niña
¡lo siento pequeña¡.
El águila le dijo:- ¿Quieres ser mi amiga?, vale- le contestó la niña, pero ahora me tengo que ir, mi madre me va a regañar, nos vemos mañana a las 9,30 en este árbol ¿vale? Adiós.
A la mañana siguiente se vieron otra vez, pero esta vez la niña no venía sola sino acompañada por su madre, la madre al verla se quería ir pero la niña le dijo que él águila era su amiga y que no tenía familia -tiene 5 años y está sola. La madre le dijo que si quería irse con ellas a su casa, y el águila le dijo que sí; se fueron para su casa y vivieron felices y comieron perdices.
Marina Montero Barroso
No hay comentarios:
Publicar un comentario