Con motivo de la celebración del Día del Libro, los alumnos y alumnas del CEIP Reggio están enviando emails a diversos escritores y escritoras solicitando su colaboración en un proyecto que publicaremos en el Reggiblog cuando le hayamos dado forma. La autora Silvia Lázaro nos ha enviado además este precioso cuento que os dejamos aquí para que lo disfrutéis como hemos hecho nosotros. Nuestro más sentido agradecimiento por esta colaboración.
Pepe y Javiera
Dedicado al alumnado del 6º curso del CEIP Reggio de Puerto Real, en Cádiz y en especial a Laura y Ana Rosa.
Olvidos
Todas las mañanas la madre de Luis, antes de ir éste para el colegio, le recuerda la misma pregunta: ¿Has cogido el bocadillo, hijo? Y todas las mañanas Luis olvida su bocadillo, corre a la cocina, lo mete en su cartera, besa a su madre en la puerta y se va a la escuela.
Como se repite la escena a diario, Luis ha inventado un poemilla que hace reír a su madre: - Olvido el bocadillo como “Goku” su memoria, pero no olvido lanzarte el besillo.
El zalamero, desastroso, olvidadizo y despistado Luisillo se ganaba el corazón de los mayores con conversaciones sobre su propio universo Marvel, cotilleos y costumbres de sus personajes e incorporaba nuevos según su conveniencia, sobretodo, cuando estaba en un lío, lo iban a regañar o castigar. Entonces era cuando embaucaba a la persona mayor diciéndole: ¿Sabes que me recuerdas, que eres exactamente igual a...? Emprendía propia hazaña para salvarse del castigo usando un lenguaje legendario y de aventuras que adulaban al enfadado. No siempre Luis se salía con la suya. Y ese día pasó eso, la madre se hartó, cogió a Luis del abrigo y le dijo muy seria:
- El pan no se puede tirar. Hay hambre en el mundo, Luis. Así que hoy te quedas sin bocadillo.
Cuando regresó del colegio el niño estaba contentísimo porque habían visto una película de Chaplin y después tuvieron que imitar sus andares. Resultó muy divertido. Así que imitando a Charlot entró en casa gritando:
- Tengo hambre. Me comería una vaca.
La madre lo esperaba en el salón de su casa. Estaba leyendo y alzó la voz contestándole:
- Pasa hambre quien no tiene pan. Ven Luis.
El tonito serio no le gustó nada al gamberrote. Soltó la cartera, cogió un paraguas y exageró los andares del cómico para presentarse delante de la madre y camelarla. Al verlo, ésta le ordenó:
- No me vayas a contar tus patrañas. Hoy antes de comer vas a leer.
- Pero, ¡mamá!- protestó.
Tienes edad, tienes familia que te quiere, tienes pan, tienes juguetes y que sepas, hijo, en el mundo pocos niños viven como tú. La mayoría tienen problemas de los de verdad, hambre, pobreza, miserias, enfermedad, guerras, explotación... En tu mundo Marvel debes incorporar esta misión importantísima: venced las miserias y salvad a los niños y las niñas que padecen. Invéntate héroes y heroínas que lo hagan. De momento, lee este poema de Miguel Hernández. Y cuando te lo hayas aprendido, comemos.
- ¿Por qué, mamá? Tengo hambre.
- Porque los olvidos pueden hacer mucho daño. Nos convierten en egoístas y deseo, hijo, que sobretodo seas una buena persona.
- Pero, ¿sólo olvidé el bocadillo?
- Hoy es el bocadillo, pero mañana te puedes olvidar ser solidario.
- ¿Todo el poema?
- Hablando podemos llegar a un acuerdo.
Silvia Lázaro, 13 de abril de 2008.
lunes, 14 de abril de 2008
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1 comentario:
Habéis corregido el texto maravillosamente. Cuando hago relato corto de blogger, escribo y al segundo cuelgo en la Web, pese a los errores. Este cuento no tiene ni las 24 horas de vida. Fue escrito y al segundo os lo envié y lo colgué en mi bitácora. Gracias creadores de Reggiblog por hacer posible Literatura OXÍGENO, de esa que no tiene edad y da vidilla.
Besillos
Silvia Lázaro
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